Compartir en FacebookCompartir en LinkedInCompartir en Twitter

¿Existe realmente el "talento social"?

Hace unos días tuve la ocasión de participar en unas jornadas de “Talento Social” organizadas por el Instituto de Innovación Social de Esade, la Fundación Luis Vives, la Fundación ICAI y Sector Cuatro. Y tuve la oportunidad de compartir "cartel" con Ignasi Carreas (de ESADE) y Patricia Moreira (de Ayuda en Accion).

El tema del debate era este: ¿Existe realmente un talento social que le haga ser distinto del talento llamamos “convencional”? No sé si los participantes en la mesa supimos o pudimos contestar a la pregunta, pero reconozco que me fui a casa pensando si realmente hay alguna característica especial que pueda diferenciar uno y otro talento. Y después de darle alguna vuelta, me han salido algunas ideas, la mayoría recogidas en la jornada, pero que, quizá, juntas, puedan dar algunas pistas. Ahí van:

1.      El talento social se basa, sobre todo, en la calidad humana. Ignasi Carreras fue así de directo. Y coincido con él. A lo largo de la historia nos hemos encontrado a muchas personas con talento, pero que, en el terreno personal, no están a la altura, bien por no tener principios, bien convertirse en “picadoras de carne”, bien por pasar por encima de todo y de todos para conseguir sus resultados.

2.      El talento social pone tanto énfasis tanto en el cuánto como en las formas. No todo vale, hay líneas rojas para conseguir las cosas, hay que tener coraje para mantenerse fiel a unos valores y no transgredirlos. Ahí hay talento social.

3.      El talento social es capaz de mirar la organización en busca de aliados para conseguir sus propósitos, mientras que el talento “ordinario” en más individualista, mira más sus intereses y tiende a compartir menos los éxitos y los fracasos. No se trata de buscar consensos (Patricia Moreira lo dejó claro). Se trata de compartir objetivos, entender los dilemas del otro e intentar construir “sociedades” internas.

4.      Fruto de lo anterior, el talento social es más trasversal que vertical. Las organizaciones acostumbran a trabajar en silos, sin compartir recursos (humanos o económicos) y prestando atención a sus propios objetivos. Pero el talento social suele crear fórmulas de win win. Es preferible ganar el 50% de algo, que no el 100% de nada.

5.      El talento social trasgrede las estructuras formales de las organizaciones. Las convicciones (o la ideología, que decía Carreras) son armas poderosas para no pararse en barras ante los obstáculos. Y eso mueve montañas

Y con estas ideas, me fui a mi casa. Y, pensando, pensando, llegué a una conclusión: me guste más o me guste menos, el talento social es más femenino que masculino. Me explico. Existe una teoría antropológica que dice que las mujeres, históricamente, eran recolectoras, mientras que los hombres eran cazadores. Para recolectar hay que andar en horizontal y agacharse a recoger los cultivos, trabajar en grupo para cubrir zonas más extensas… Para cazar hay que ser sigilosos,  aprovechar la oportunidad de disparo y, además, hacerlo casi en solitario.

Y esa puede ser una de las claves. Mientras que las mujeres tiene mayor capacidad de conectar (ideas, personas, conversaciones, grupos, materias), los hombres somos más “monofásicos” (una conversación cada vez, una ejecución a la vez, una idea primero, la otra después…). Me temo que ahí, nos queda mucho por aprender. Nunca es tarde.

Aqui puedes ver el resumen en video de la jornada


Compartir en FacebookCompartir en LinkedInCompartir en Twitter
COMENTARIOS7 comentarios
Conchi
29 Sep 2011 | Responder
Muy positiva reflexión!!!. Talento social: talento que no se queda sólo en nuestro cerebro, cabeza, conocimiento,... sino que se extiende a nuestras formas, a nuestro hacer, a nuestras relaciones personales con los demás. Hay que cuidarlo mucho!!!!
Chucky
29 Sep 2011 | Responder
Siempre lo supe. Que había algo que aglutinaba a algunas personas y que a la vez nos distancia de otros.
Déjeme Sr Andreu, añadir un bullet a sus reflexiones: el talento social no se rinde, no se desalienta, y no cambia de parecer. Porque solo con tesón y perseverancia se consigue mover lo social.
Gracias, as usual.
29 Sep 2011 | Responder
Coincido contigo (con vosotros en todas las afirmaciones sobre qué distingue al talento social, pero añado. Cuando se trabaja, emprende, lidera lo social se lidia con objetivos que van mucho mas allá de lo convencional. Hay mas que objetivos y motivaciones económicas, de reconocimeinto profesional o de carrera como puede haber en una empresa tradicional. Esas motivaciones más altruístas, más del bien común, más "altas" en la Pirámide de Maslow, generan también mayores problemas sociales y emocionales en las relaciones de trabajo, financiación, voluntariado, etc. Para poder afrontarlas y darles la vuelta hacia un resultado positivo hace falta mucha "cintura", una gran inteligencia emocional y grandes habilidades de comunicación y mediación por citar algunas. Creo que estas son también cualidades de destacan, de modo diferencial, en el talento social.
;-)
Alberto Andreu
29 Sep 2011 | Responder
Coincido contigo, Catalina. La inteligencia emocional es otra característica del talento social. Si me lo permites, la incluiré en la segunda version del post
Salu2
Alberto Andreu
29 Sep 2011 | Responder
Hola. Gracias por añadir un bullet point más. Coincido contigo: la resistencia a la frustación es una característica del talento social. A eso... ¿no le están llamando ya resilencia? será por nombres.. Muchas gracias
KGP
29 Sep 2011 | Responder
"Nunca es tarde"... eso es muy cierto; pero, ¿realmente cree que una programación mental de ese tipo adquirida a lo largo de siglos de adaptación al medio pueda ser modificada en sólo una generación? Le veo optimista con su género ;)
Alberto Andreu
29 Sep 2011 | Responder
Es cierto. La programación mental no se modifica en una generacion. Ya vinieron otras generaciones antes que han permitido progresivamente un mayor rol de la mujer en todas las esferas. Quizá por eso las principales innovaciones sociales vinieron de ahí. Gracias
Espere...


ENVIAR


Suscríbete al blog

TOP